La felicidad de trascender como educador

La felicidad de trascender como educador By Mauro Florencio López Arellán La felicidad de trascender Como maestro de todos los tiempos, Sócrates enseña fuera de los recintos cerrados, en los ambientes de la plaza de mercado y en los gimnasios; no es un académico de la enseñanza, él mismo asegura que no se dedica a ella ni tiene alumnos, sino camaradas. Sin embargo, con ese método y esa dialéctica de la sencillez, educa; es un maestro que basa sus enseñanzas en la areté o virtud. Vemos cómo «las aretai o virtudes que la polis griega asocia casi siempre a esta palabra, la valentía, la ponderación, la justicia, la piedad son excelencia del alma en el mismo sentido que la salud, la fuerza y la belleza son virtudes del cuerpo, es decir, son las fuerzas peculiares de las partes respectivas en la forma más alta de cultura de que el hombre es capaz y a la que está destinado por su naturaleza. La virtud física y la espiritual no son, por su esencia cósmica, sino la simetría de las parte...